La Casa De Sunset Place

bajo registro ISBN: 9788418982415
La Casa De Sunset Place

Sinopsis completa de La Casa De Sunset Place

Resumen de La Casa De Sunset Place:

¿Y si alguien hubiera encerrado a Hitler y sus discursos dentro de la botella? La imaginación de Vera, como la de tantas otras víctimas del Holocausto, realiza un último intento de reconciliación con el mundo.

Ya que ella sobrevivió, y el dolor de vivir —con la identidad falsa y lejos de su familia— se parece mucho al de la muerte continua, que no cesa, que persigue.

La casa de Sunset Place es la novela y un refugio en la pequeña isla de Anderson, en donde se relata cómo la muerte de la persona puede darle la segunda vida a otra, y cómo el ser humano parece capaz de lo mejor y de lo peor.

Juan Manuel Martín se adentra en uno de los episodios más terribles de la humanidad, pero evitando la lágrima fácil, aunque parece imposible no emocionarse con el relato y la forma de contar.

«Las fichas del censo incorporaban determinados datos de la persona a la que se estaba incluyendo en él o dando de baja.

En este último caso se mencionaba la causa por la que el aludido dejaba de formar parte de la comunidad.

2 eran los términos más repetidos: ausgewi(e)sen y gestorben, que hacían referencia a situaciones a las que acabarían enfrentándose casimuchos de los habitantes del gueto: deportado y fallecido.

Entonces y ahora, cualquier observador sagaz se percataría de que los términos eran sinónimos, pues la deportación te conducía a una muerte casi segura».

«La única image que estaba al tanto de mis avances era Adam, en zona porque sin su colaboración habría resultado imposible resolver las dudas sobre el periodo que los Seelig habían pasado en el gueto.

Por suerte, los alemanes eran de una eficiencia inquietante y su burocracia había sido capaz de clasificar hasta el más insignificante trámite administrativo.

Incluso cuando el brillante avance de las ofensivas militares comenzaba a dar muestras de agotamiento, los nazis habían conseguido seguir elaborando sus listas, ordenando sus archivos, dando al fin y al cabo la apariencia de normalidad a la singularidad del genocidio.

A ello contribuyeron Rumkowski y sus colaboradores de la clase dirigente judía, ellos y su inusitada confianza en la perduración del gueto».